Tips para dejar de procrastinar

¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! 😜Lo sabemos, Florettelover, posponer tus tareas para más tarde suena tentador peeeero… tarde o temprano tendrás que hacerlas de todos modos. Procrastinar se trata de posponer tus obligaciones creando mil y una excusas por no hacerlas y, aunque puede parecer algo sin importancia, puede ser un gran obstáculo para conseguir lo que te propongas. 

¿Alguna vez te has preguntado cómo algunas personas logran hacer tantas cosas en un día? No son superhéroes, Florettelover, simplemente saben organizarse bien 😉. En este artículo te contamos los trucos más top para que dejes de procrastinar.

Define metas claras y realistas

Para dejar de procrastinar, es clave establecer metas claras y alcanzables desde el principio. Esto significa saber qué tienes que hacer, cuándo hacerlo y por qué es importante para ti. Cuando tienes una meta bien definida, es más fácil mantener la motivación y concentrarte en lo que realmente importa. 

A veces cometemos el error de establecer metas demasiado altas y luego nos frustramos cuando no podemos cumplirlas. Es mejor ir paso a paso y establecer objetivos realistas. Por ejemplo, en lugar de decir que vas a correr una maratón de un día para otro, podrías empezar diciendo que saldrás a correr dos veces por semana. Así podrás ver progresos más concretos y sentirte motivado para seguir adelante.

Una vez que tengas claras tus metas, es clave aprender a gestionar tu tiempo. Si necesitas ayuda con esto, te recomendamos leer este artículo donde encontrarás consejos prácticos que puedes aplicar fácilmente.

Tacha las tareas que hayas completado

Muchas veces, nuestro cerebro necesita ver las tareas pendientes de forma visual. Prueba a hacer una lista de tareas con todo lo que tienes que hacer y ve tachando las que hayas completado. De esta manera, tendrás un registro claro de lo que falta por hacer y, al mismo tiempo, te sentirás motivado al ver tu progreso.

Elimina las distracciones

Tener un lugar fijo para trabajar puede marcar la diferencia. Por ejemplo, cuando te sientas en tu escritorio, tu cerebro sabe que es hora de ponerse las pilas. Pero si un día trabajas en el sofá y al siguiente en la cama, te costará más concentrarte porque tu mente no asocia esos lugares con el trabajo.

Además, a veces nos quedamos todo el día en el mismo sitio, como en el cuarto donde dormimos, estudiamos y trabajamos. Esto no suele ser muy productivo. Intenta cambiar de ambiente y trabaja en una cafetería, por ejemplo, y verás cómo rindes mucho más.

Es fundamental mantener tu área de trabajo ordenada y sin distracciones. Deja tu móvil en otra habitación y ponte manos a la obra, Florettelover. Si te cuesta concentrarte mucho tiempo seguido, prueba el método Pomodoro: trabaja 25 minutos y descansa 5. Si prefieres, puedes usar una página web para llevar el registro de tus ciclos de trabajo.

Aplica la regla de los 2 minutos

¿Cómo funciona? La próxima vez que tengas que hacer algo, como sacar la basura o hacer tu cama, pregúntate: ¿me llevará más de 2 minutos? Si la respuesta es no, hazlo inmediatamente. Así evitarás que las pequeñas tareas se te acumulen hasta convertirse en un problema que te quite tiempo para cosas más importantes. 

Este enfoque es aplicable a muchas cosas en tu día a día. Por ejemplo, si es la hora de la cena y no tienes ganas de cocinar, lo más fácil sería pedir comida basura a domicilio. Sin embargo, si te organizas bien y tienes una Ensalada Completa de Pollo & Huevo en tu nevera, preparar tu cena te llevará menos de 2 minutos y podrás disfrutar de un plato saludable y rico en proteínas.

Con estos trucos verás cómo te vuelves mucho más productivo y empiezas a cumplir todo lo que te propones. Porque son las pequeñas acciones las que realmente te llevan a conseguir grandes cosas 😉💪🏻.

Comentarios

Actualmente no hay ningún comentario.

Escribe un comentario